QUISE JUGAR

Escribir para sentir tu sonrisa

viernes, 21 de diciembre de 2012

Volver

«Tengo cosas que hacer», me dije. «Tengo que volver. Volver y desempolvar ideas y palabras; romper las telarañas que bloquean las entretelas de ‘mis tareas pendientes’, y avanzar.

Tengo que abrir los ojos y oler la poesía; tengo que abrir los brazos y oler la poesía; tengo que arquear los labios y palpar la poesía; tengo que abrir el alma -despertar, volar, sonreír y ser-, y ver brotar la poesía. Tengo que volver.

Volver antes de que se me mueran los recuerdos y las ilusiones; antes de que se me mueran lo que está pasando y lo que no; lo de aquí, lo de allá y lo de más allá; la poesía, las matemáticas, la física cuántica, la lista de la compra o el último movimiento de la última partida de ajedrez… Volver antes de que se me mueran la pila del reloj, la propia muerte y ese mundo que se apaga según los profetas».

(…)

Tenía cosas que hacer. Montañas de cosas que hacer. Había pasado mucho tiempo. Un año y seis meses de silencio. De vacío. Tenía que volver. Aunque fuera solo por unas horas.

Y así, un día, después de cenar, mediodormido, reinicié: cogí el teléfono, ese al que llaman “esmarfon”, y escribí esta nota. No quería olvidar nunca más quien soy y qué quiero hacer. Nunca.

Y aquí estoy. (…) Estamos. Tú y yo.

Bienvenido, bloguero. Bienhallado. Pasa y siéntate.

En la primera fila hay sitio.

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